Gn 16:1-16 - "..y todo por no esperar en Dios"- Serie Génesis No. 29
Génesis • Sermon • Submitted • Presented • 50:51
0 ratings
· 19,574 viewsSarai ofrecerá su sierva Agar a Abram para que tengan descendencia, mostrando una debilidad en la espera de la promesa divina de una descendencia. Las equivocaciones tendrán serias consecuencias en ese tiempo y hasta el día de hoy. ¿Quién decide las decisiones que tomamos en nuestra vida? Es necesario esperar en Dios para evitar grandes tragedias a causa de nuestra impaciencia.
Files
Notes
Transcript
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Todo el tiempo y toda nuestra vida estaremos tomando decisiones. Tendremos luchas y pruebas y muchas veces seremos presas de las consecuencias. Por tanto, lo mejor que podríamos hacer sería tomar buenas decisiones. Y si tomar buenas decisiones es tan importante, entonces la pregunta sería:
¿Quién toma las decisiones en tu vida? ¿Quién decide cómo vives? ¿Acaso decide el mundo? ¿Tú? ¿Tu esposo o esposa, hijos o padres? ¿Quién decide quién gobierna tu vida?
Y muchas veces la situaciones van a complicarse. Puede complicarse nuestros estudios, trabajo, salud, relaciones de hogar, negocio, vida profesional, vida cristiana y espiritual, y todos los aspectos que hay en nuestra vida pueden complicarse grandemente. En tales casos, como cristianos nos aferramos a las promesas de Dios, creemos que SERÁ ÉL Quien nos ayudará, nos levantará y nos dará sabiduría para salir adelante. Generalmente eso es algo bueno que nosotros los cristianos hacemos.
Pero de pronto, las cosas empiezan a complicarse más y aparentemente no hay una salida rápida o fácil a la situación y es ahí donde decidimos actuar. Tratamos de solucionar los conflictos y hasta a veces creemos hacerlo en el “Nombre del Señor” y luego terminamos en serios problemas, mucho peor que los iniciales.
Y todo por no haber “esperado en Dios”, o por creer que nuestros métodos y nuestra solución es lo que necesitamos en la vida o por pensar que tal vez es necesario dar una mano a Dios en lo que está pasando, ya que ÉL no está obrando.
El mensaje de hoy se titula: “.. y todo por no esperar en Dios” y está basado en Génesis 16:1-16.
Estamos estudiando Génesis y hemos terminado el capítulo anterior con la PROMESA o PACTO que Dios hace a Abram acerca de su descendencia. Esta será una descendencia tan especial que va a bendecir a toda la humanidad. Hay una promesa hermosa para Abram, la hizo Dios mismo, pero algunas cosas van a pasar en la vida de este hombre mientras está en las mismas batallas que nosotros tenemos y hoy vamos a ver cómo actuó Abram y Sarai y conoceremos las consecuencias de sus decisiones. Si prestamos atención a la Palabra de Dios, después de estudiar esta porción de la Escritura tal vez esperemos un poco más en Dios.
Nuevamente, el contexto es que Dios ha hecho una promesa a Abram de tener un hijo y el tiempo va pasando.
EXÉGESIS Gn 16:1-16
EXÉGESIS Gn 16:1-16
1 Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar.
La promesa de Dios se trata de darle un hijo a Abram y bendecir a todas las naciones, es decir, a través de uno de los hijos de los hijos de Abram, Quién es Cristo, pero es interesante cómo el autor de Génesis dice: “Sarai mujer de Abram no le daba hijos..”. En otras palabras, ya han pasado 10 años desde que Abram habita la tierra y desde la primera promesa de una descendencia ¡aún no ha pasado nada!
Este es un tema que está dando vueltas al corazón y a la cabeza de Abram y Sarai, el tiempo va pasando y la angustia y desesperación está aumentando. Sarai y Abram se están acercando a las puertas de ser “ancianos”, tiene Abram cerca a 85 años en este punto y no hay ni un solo rastro de cumplimiento de la promesa de Dios.
“..y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar” - Entra en la escena otra persona que es Agar. Ella es sierva de Sarai. Es muy probable que cuando Abram fue a Egipto y recibió riquezas de parte del Faraón para quedarse con su esposa, también haya adquirido siervos y siervas en Egipto para el servicio a su casa.
2 Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai.
Sarai está desesperada por tener un hijo. Sabe que Dios ha prometido uno a Abram y de pronto analiza la situación y encuentra que el problema para que no se cumpla el plan de Dios es “ella”. Ella es estéril y entiende que la promesa de Dios a Abram no puede cumplirse porque ella no puede concebir y así que decide “ayudar” o “darle una mano a Dios” y así Abram podrá tener un hijo y Dios podrá cumplir su promesa.
“..Ya ves que Jehová me ha hecho estéril..” - Sarai responsabiliza a Dios de su esterilidad y entonces se apoya en ello para resolver el problema, seguramente se siente muy mal por ello y pide a Abram que se una a la sierva egipcia “Agar” y que tenga un hijo con ella.
Legalmente en ese tiempo esto es permitido. Suceden dos cosas interesantes en ese tiempo:
La primera es que los siervos o esclavos eran considerados como propiedad de sus amos y específicamente en casos de esterilidad las siervas podían dar hijos a sus amos y estos legalmente serían considerados como hijos propios.
Segundo, la ley de Hamurabi bajo la que habían vivido Abram y Sarai en Caldea (antes de ser llamados por Dios) es que si bien la monogamia es lo usual, en algunos casos sobre todo de esterilidad, el varón podía tener una concubina y no se consideraría “poligamia” ya que la concubina no alcanzaría nunca una posición igual al de la esposa. Siempre estaría legalmente sujeta a ella.
Todo esto impulsa a Sarai a pensar de esta manera y sobre todo a “cumplir” con la promesa que Dios le ha dado a Abram. SÍ, esto parecería una locura hoy, pero legalmente no lo era en ese tiempo, aunque lo que más nos llama la atención es lo siguiente:
“..Y atendió Abram al ruego de Sarai” - Esto quiere decir que Abram está de acuerdo con ella. No sabemos qué tan convencido está, pero Abram tiene que tomar decisiones en su vida y piensa que una forma para que se cumpla el plan de Dios es accediendo a la petición de su esposa y entonces obtendrá el hijo prometido.
3 Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido.
La idea finalmente no pareció mala a los ojos de Sarai y Abram. La señora de la casa, quien ejercía autoridad sobre las siervas tomó a Agar y la dio por mujer a Abram su marido.
Es triste esta escena, porque Sarai y Abram recurren a los medios “carnales” o “humanos” para el cumplimiento de las promesas “divinas”. Y ya podemos estar aprendiendo algo “Los medios carnales nunca jamás serán respuesta a las cuestiones espirituales y a las promesas divinas”.
Abram y Sarai no están “esperando en Dios”. No estamos diciendo “Esperando a Dios” sino que estamos diciendo “Esperando en Dios”. Hay una diferencia: “Esperar a Dios” puede ser simplemente esperar una acción de Dios, pero “Esperar EN Dios” no solamente requiere de lo primero sino que también requiere fe en la persona que provee.
4 Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.
Los problemas no tardan en aparecer. Agar la sierva está embarazada del Señor de la casa y todo va a complicarse.
Agar mira con desprecio a Sarai. No sabemos por qué sucede esto, pero parece que en el plan “perfecto” de Abram y Sarai estaban solo ellos y el niño. No les había importado mucho lo que estuviese sintiendo Agar.
La esclava marcada por una diferencia de clase es probable que empezara a sentirse mucho más que Sarai por su capacidad de concebir y de tener un hijo para Abram, algo que Sarai no podía darle y por lo tanto empezó a despreciar a su señora.
Creo que en este punto de la historia, el Juez Soberano de los Cielos, está mirando lo que sucede y está desaprobando el desprecio de Agar hacia Sarai pero también las actitudes carnales de Abram y Sarai. Esta es una familia que ha decidido complicare la vida por no “esperar en Dios”.
5 Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo.
La traducción de la Biblia Amplificada (inglés) lo presenta así: “Que la responsabilidad por mi error y la privación de mis derechos caigan sobre ti”.
Al parecer Sarai ya no aguanta más que la sierva la esté despreciando. Por supuesto, ¿a quién de nosotros le gusta el desprecio? Esta es una situación que causa gran dolor al corazón de Sarai, pero también es algo que ella misma ha ocasionado. Lo que sería normal en esa familia es que Abram el “jefe de la casa” tenga que poner las cosas en orden y por lo tanto recibe una queja de Sarai para que falle a favor de ella. En otras palabras le está diciendo “Abram tienes que resolver esta situación y tienes que hacerlo en favor mío”.
6 Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.
Abram no decide sabiamente, por supuesto que es una situación compleja y reconoce que hay un problema. Si bien legalmente todo lo que pasaba no presentaba ningún problema, no siempre lo “legal” representa lo “justo”. Abram concede a Sarai hacer lo que “bien le parezca” y entonces Sarai empieza a “afligir” a su sierva.
La palabra “afligir” en hebreo es “‘nh” (anah) y es traducida en otras partes en la Reina Valera como “humillar, oprimir, violencia y quebrantar”. Lo que está haciendo Sarai es atormentar y causar gran tristeza al corazón de la sierva Agar, de tal manera que ella prefiere “escapar” o “huir” de su presencia.
Hasta ahora hemos visto una situación lamentable que salió de control y todo a causa de las malas decisiones de Abram y Sarai, es decir, de poner “soluciones humanas” a las promesas “divinas” y ahora hay terceras personas que están siendo lastimadas en esto, y no solamente la madre Agar, sino también un hijo que va a nacer en la casa de Abram y tendrá que pasar por cosas similares por los celos de Sarai.
Me parece que Abram y Sarai se parecen mucho a nosotros, que a causa de nuestro pecado y falta de “esperar en Dios” también hemos lastimado a otras personas.
Sin embargo, ahora el Dios de los cielos, el Juez y Soberano va a intervenir en esta situación. Hay una madre que está embarazada y sabemos qué tan difícil es eso, y en ese estado está huyendo y probablemente si sigue adelante no va a llegar muy lejos en las zonas áridas donde se encuentran y su vida y la vida del niño estarán en riesgo.
Aunque a Sarai no le importe mucho lo que le pueda pasar a la sierva y al niño, y al parecer Abram está consintiendo a su mujer, hay alguien para quien la vida de la esclava y del niño son sumamente importantes y es “DIOS”.
Y que alegría esto, porque a veces únicamente nos concentramos en Abram y Sarai olvidando a Agar, y es esto de mucha alegría porque Dios también pone Su cuidado en nosotros, aún cuando parece que al mundo no le importamos.
7 Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur. 8 Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.
Cuando mayormente aparece en la Biblia el “ángel de Jehová” se considera una teofanía o una “manifestación de Dios mismo”. No es así en todos los casos, pero parece ser que este es uno de ellos. Hay bastante debate hoy en día sobre este caso específico, si es Dios mismo o un “mensajero de Dios”. Sin embargo, lo importante es que todo esto es la manifestación del rescate de Dios por la sierva Agar y su hijo.
“..Huyo de delante de Sarai mi señora” - Agar estaría bastante triste. Dios sabe que Agar ha sufrido bastante a causa del pecado de Abram y Sarai (¿pecado? Sí, “no esperar en Dios” y obrar causando un daño irreparable sobre sus vidas y las de terceras personas, ignorando el poder y provisión de Dios, por supuesto que es un pecado). Pero Dios también sabe la actitud equivocada de Agar, no solamente Abram y Sarai han fallado, sino que Agar ha despreciado a su señora. Ningún detalle puede escaparse de la mente y ojos de Dios. Pero aún así, la misericordia de Dios es grande:
9 Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano. 10 Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.
La instrucción de Dios es que Agar debe volver a la mano de Sarai. No le está prometiendo un mejor trato de parte de ella, ni le está prometiendo que ahora ella será la señora de la casa. Al contrario Dios le dice que ella debe ser “sumisa” bajo su mano. La Sabiduría de Dios es infinita y demasiado grande que el corazón del hombre no entiende, Dios le da ánimo y fortalece el corazón de una mujer que huye:
“Multiplicaré tanto tu descendencia..” - Y aunque vamos a hablar en otro estudio sobre esto, las naciones “árabes” vienen del hijo de Agar. La vida de la mujer y la del niño son guardadas por la misericordia de Dios.
11 Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción. 12 Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.
El nombre es puesto por Dios y es “Ismael”, esto significa “Dios ha oído tu aflicción”. Y aunque la Biblia no nos detalla más, de forma personal me gusta pensar que ese niño regresaría a la casa de Abram y Sarai y su nombre sería un recordatorio para ellos de que ese niño y su madre no deben ser atormentados, porque Dios está escuchando sus aflicciones. ¡Y que precioso es tener a un Dios Vivo y Verdadero que escucha todas nuestras aflicciones!
¿Cómo será Ismael?
Hombre fiero, un hombre valiente, que causará tropiezo y dolor a muchos, así como él estará contra muchos pueblos, muchos pueblos estarán contra él, pero Dios dice que a pesar de eso habitará entre sus hermanos, es decir, que prevalecerá. Esto no quiere decir que Dios está determinando guerras para este pueblo, sino que el previo conocimiento de Dios acerca del futuro, le permite saber que es lo que pasará con la descendencia de Ismael. Y a decir verdad, esto se ha cumplido tal como Dios lo dijo por las continuas batallas y peleas que han ocurrido y siguen ocurriendo entre los árabes e Israel hasta nuestros tiempos.
Dios siempre obra con justicia. Agar será bendecida pero no debe despreciar a Sarai, debe estar bajo su mando y Sarai deberá recibir a Agar nuevamente y el nombre de Ismael estará recordando a Sarai que Dios está pendiente de su aflicción.
13 Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? 14 Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y Bered.
Agar reacciona con agradecimiento porque Dios salva su vida y la de su hijo que aún no ha nacido. Es verdad que Agar está en un pozo de agua, pero lo que puede ocurrir después Dios anticipadamente lo sabe y manda a Agar a retornar por su bien.
El agradecimiento de Agar le lleva a reconocer a Jehová como “EL ROÍ” que significa “El Dios que ve” y bautiza el lugar donde está como el “Pozo del Viviente que me ve”. De esta manera expresa su gratitud y está dispuesta a volver.
¡Cuánto nos falta comprender que Dios tiene sobre nosotros sus ojos, ya sea para su cuidado o para su disciplina. Nosotros somos tan preciosos para Dios! Y sabiendo esto ¿Cómo no entregar nuestra vida hoy al “Dios que nos ve”?
Y termina la porción de hoy:
15 Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre del hijo que le dio Agar, Ismael. 16 Era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.
Agar volvió y nació su hijo y lo llamó como Dios lo había determinado. Abram pone el nombre “Ismael” a su hijo y esto de alguna manera quiere decir que Agar tuvo que contar su experiencia con Dios mientras huía. ¡Vaya recordatorio para Abram en el nombre Ismael! Hay alguien que está pendiente de la aflicción de Agar y del niño. ¡Mucho cuidado Abram!
No tenemos más información sobre lo que estaría pasando en el corazón de Abram. Ya tiene ochenta y seis años, nace su hijo Ismael, y aunque Abram va a amar a su hijo Ismael, no es el hijo de la promesa del Salvador que Dios tiene preparado para Abram.
Dios no desprecia a Ismael, de hecho hemos visto cómo lo ha cuidado y escucha la aflicción de su madre, pero todo lo que ha logrado Abram es abrir una puerta que va a traer más conflictos a su familia a causa de “no esperar en Dios”. Y esto vamos a conocer más adelante.
Y así inició la batalla que hoy vemos en el oriente, entre estos pueblos, árabes e israelitas hasta el día de hoy.
MEDITEMOS LA PALABRA
MEDITEMOS LA PALABRA
Y ahora la pregunta más grande: ¿Qué significa todo esto para tí? ¿Cómo cambia tu vida esta porción de la Palabra de Dios?
Primero, “Nunca una solución carnal será la respuesta a las necesidades espirituales o promesas “divinas”.
Dios no necesita de tu ayuda o de tus métodos para el cumplimiento de sus promesas. Abram ha abierto con su “solución” un conflicto que hasta el día de hoy no ha terminado entre árabes y la Nación de Israel y probablemente no termine hasta que regrese Jesucristo.
Pero, ¿qué de las puertas del dolor que tú y yo hemos abierto por no esperar en Dios? Grandes fracasos en nuestra vida se han dado por nuestra impaciencia y por querer “solucionar” con nuestras fuerzas en vez de “esperar en Dios” aún cuando las cosas empezaron a ponerse difíciles. El mundo tiene sus métodos y sus soluciones, pero tú espera a Jehová:
31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Segundo, que nuestras malas decisiones siempre traerán consecuencias. “No esperar en Dios” es abrir las puertas a las heridas más grandes en nuestro corazón y muchas veces en corazones ajenos.
Abram no consideró a Agar ni vio las consecuencias que podía ocasionar todo esto entre Sarai, Agar y su hijo. Algo que hasta el día de hoy seguimos observando en el medio oriente.
Abram pudo tener una familia de total agrado a Dios. Sin necesidad de buscar otra mujer, si tan solo él hubiese esperado en Jehová, hubiese llegado el hijo prometido a su tiempo.
¿A cuántas personas más queremos lastimar con nuestras malas decisiones? Cuida esto como un gran tesoro, la vida de otras personas vale muchísimo, empieza a valorar el impacto de tus decisiones a terceras personas.
No esperar en Dios puede llevarnos a lastimar a los que más amamos, puede herir a nuestra esposa, esposo, padres o hijos. ¡No te impacientes en buscar tus soluciones!
10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
Aprende a esperar en Dios, quédate quieto y vas a verlo obrando en tu vida. Tu salud, negocio, vida familiar, economía, planes, sueños, anhelos, salud, trabajo, todo eso no necesita de tus ideas, necesita de CRISTO.
Tercero, de Agar podemos aprender algunas cosas y reprochar otras. Su desprecio inicial para Sarai es inexcusable. No despreciemos a otras personas sintiéndonos superiores sea por el motivo que sea, seamos humildes. Podemos aprender de Agar su humildad para volver a sujetarse a Sarai después que tuvo un encuentro con Dios.
Pero sobre todo, “Los ojos de Dios están sobre los desamparados a pesar de los grandes desaciertos de nuestras vidas”.
Dios tuvo sus ojos sobre la sierva y sobre su hijo, y los cuidó.
Dios ha mostrado su misericordia por Agar y por un niño que no había todavía nacido. Algo muy práctico y contextualizado a nuestro tiempo que podemos aplicar, es la “misericordia” por los desprotegidos, por quienes nos sirven, por la gente de “bajos recursos” y sobre todo “por los no nacidos”. Dios puso tanto interés en este “no nacido” y hoy la gente simplemente los está “matando” en los vientres de sus madres. Ellos son preciosos para el Señor.
Si te sientes alguna vez desprotegido o solo o sola, no lo estás. Tienes unos ojos preciosos que te ven. Así lo expresó Agar aún cuando ella había obrado mal.
Pero Dios no únicamente tuvo sus ojos sobre Agar, sino sobre Abram también. Porque a pesar de los desaciertos de Abram por apresurar la promesa de Dios y la salvación que vendría por uno de sus hijos, DIOS FUE FIEL A SU PROMESA, y aunque Abram obró mal, cumplió su promesa y a través de ella tenemos a JESUCRISTO.
Él no solamente es el Dios que nos ve. Dios tiene tanto amor por nosotros, que ha hecho algo más precioso con nosotros de lo que ha hecho con Agar. No solamente es el DIOS QUE VE, sino el DIOS QUE AMA Y ACTÚA A FAVOR NUESTRO. Nos entregó en la cruz del Calvario, la vida de su precioso Hijo para salvarnos y redimirnos de nuestros pecados, a nosotros pecadores, que llevamos tal vez más cargas y malas acciones que las que hizo Agar y Abram, y aún así Jesucristo ofreció su vida para salvarnos. Eso sí es amor. Y esto es extraordinario: “LAS SOLUCIONES HUMANAS, con todo lo malo que pueden ser, no rompen jamás las promesas divinas”, y esta es la prueba:
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
¿Te das cuenta que es tan necesario “esperar en Dios”? Consecuencias terribles vendrán a nuestras vidas cuando no sea así. Pidamos a Dios que nos enseñe a caminar con Él, esperando únicamente en Él. Pidamos a Cristo que sea el SEÑOR y SALVADOR de nuestras vidas, que Él tome las decisiones, y si nos hemos equivocado antes, que Él RESTAURE nuestras vidas.
Vamos a orar.